Una tarde mas

Después de llegar por fin al refugio, mi hermano, Connor y yo fuimos bien recibidos, ahí había toda clase de personas diferentes, algunos muy valientes y otros aterrados por la realidad de las cosas. Sin embargo en el campamento reinaba un ambiente de paz gracias a la comodidad que permitía el sentirse seguro.

Zeke se quedo dormido en una de las camas y yo tome un baño para después salir a dar una vuelta por el lugar, tenia ganas de hablar con mas personas, tenia muy poco que había podido salir del orfanato y no habia tenido mucho contacto con mas gente, mucho menos con la gravedad de la situacion.

Me senté en una mesita y comencé a mirar un mapa de la ciudad pegado en la pared. Era seguro que zeke no me permitiría salir de nuevo a la ciudad, pero había algunas cosas que quería como algunos libros o algo así, en fin espere a ver si había alguien con quien conversar un poco.

No hacia mucho tiempo que había llegado al campamento, llevaba como unos días en ese lugar lleno de escorias lamentando sus vidas, cretinos sin agallas que se ocultan en ese antro mientras otros consiguen la comida y los bienes para sobrevivir-Malditos capullos, hagan algo con sus putas vidas-Pensaba mientras me limité a caminar mirando con desprecio a todo el que pasaba por mi lado. Era agobiante estar rodeada de tantas personas, me sentía incomoda, después de tantos años encerrada en cuatro paredes la multitud me incomodaba -¿Multitud? Son apenas unos pocos los que aun siguen vivos... malditos-Los años pasaban lentos en aquellas cuatro paredes, ahora una vez libre, el mundo había cambiado tras años de olvidos en mi mente, dejando en ella pesadillas cada noche.

El mundo que recordaba en mi mente no era mejor que el de ahora, solo extrañaba no saber si mi hermano estaba con vida, apenas podía recordar su cara, su mirada era la que me daba fuerzas para soportar al cerdo que me encerró, sus ojos azules me arropaba en cada sueño antes de dormir-Cuando no estaba lo suficientemente sedada, ese capullo me quería callada después de todo-Mi hermano era lo único que tenia por entonces, antes de ser adoptada por el gordo cabrón de Hernie, separando la unión que mi hermano y yo teníamos juntos, promesas de una nueva familia, promesas que me harían olvidar las palizas en los orfanatos, a cambio de algo peor, un pederasta con ansias de torturar a una menor de edad-Por lo menos fue solo tortura, drogas y las continuas palizas-Me recordé a mi misma que tenia suerte de seguir con vida, quedando en mi solo la locura de mi interior, el odio por el mundo y el único sentimiento bueno de encontrar a mi hermano William.

Tengo que admitir que si el mundo no hubiera quedado de esta manera posiblemente estaría aun bajo las manos de Hernie, fue el caos y el miedo lo que provoco mi libertad después de todo, era lo mejor que me había pasado, sentir en mis manos como destrozo a cada zombie me llenaba de adrenalina contenida, sus rostros desfigurados siendo destruidos por mi bate de baseball me colmaba de una satisfacción cínica y arrogante -Si, mas de lo normal- Me gustaba el poder quitar la vida a esos malditos despojos humanos-Si, se puede decir vida...¿no están muertos? En fin, que les den.- El caso, es que disfrutaba con ello, buscaba sus caras, buscaba la forma de desquitar mi ira hacia esas basuras sin valor, cuando no era así me sentía nerviosa, destrozaba todo lo que me iba encontrando, y ahora en un lugar donde parece haber calma me desquicia aun mas-¿que hay calma? Solo hay miedo en sus ojos, otros disimula un valor que no tienen...y la otra parte son solo niños-Sin darme cuenta había caminado durante unos minutos hasta encontrar a un chico mirando con atención un mapa, me quede mirando unos segundos... de alguna manera,de esa forma me recordaba a Willam, físicamente se parecían mucho, el chico provocaba en mi algo que no sentía hacia años, algo agradable que tan sola la misma palabra me revienta. No pude evitar acercarme a el, tomando asiento a su lado mientras le miraba con mis brazos cruzado, dejando ver una sonrisa que se había dibujado sola sin mi permiso, su rostro era el de un niño fuerte a pesar de su apariencia infantil...

-¿Que hace un mocoso como tu mirando un mapa ah?-Le dije intentando no parecer mas bruta de lo normal, algo difícil, pero no había sonado muy bien después de todo ese era mi carácter...-Tss te ves muy pequeño para..-Me pare antes de seguir, no quería decirle que era un mocoso que jugaba a ser un adulto, no le conocía aunque me diera esa impresión el chico había causado en mi algo que había olvidado, algo llamado ternura...-Bueno como sea ¿Que estas haciendo?-Vale quizá eso lo mejoraba un poco o puede que no...-Mejor comienza por decirme como te llamas, yo soy Dhaeris-Termine de decir, sin darme cuenta de no pedirle que me llamase por mi apellido como solía pedir a las escorias ...